Cinco, como los dedos de una mano, son las tareas que todo ciudadano responsable debe plantearse al iniciar este nuevo año, que será eminentemente electoral.
Estar informados, participar, vigilar, no incurrir en actos de corrupción y denunciar esta lacra social son la clave para este 2010, en que se elegirán a las autoridades municipales y regionales y se empezará la carrera por la Presidencia de la República.
Sobre estas responsabilidades ciudadanas trata un capítulo del libro “Ética de la función pública y buen gobierno”, editado por la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza.
CULTURA DEMOCRÁTICA
De la citada publicación se desprende que los ciudadanos tienen el derecho y el deber de: acceder a la información pública; participar en la gestión del Estado desde sus niveles básicos; ejercer la vigilancia y el control social; así como denunciar la corrupción. La legislación ampara estos derechos.
Sin embargo, Juan José Ccoyllo, filósofo especialista en descentralización y participación y vigilancia ciudadana, precisa que la tarea le corresponde fundamentalmente al Estado.
Especialista del Grupo Propuesta Ciudadana, Ccoyllo explica que esas responsabilidades parten de la formación ciudadana, tarea que le corresponde liderar al Estado.
“Sin la adecuada formación ciudadana, los derechos pueden usarse para conseguir el beneficio particular y no el bien común, que es la base de la democracia”, agrega.
Indica que se trata de fomentar la cultura democrática, desde las raíces de la sociedad, para hacer buen uso de las herramientas democráticas.
De lo contrario, dijo, se tendrá instrumentos como el presupuesto participativo, desaprovechado tanto por parte de la autoridad como del ciudadano.
Ccoyllo es coautor del Boletín de Vigilancia del Presupuesto Participativo del Sistema de Vigilancia Ciudadana de la Descentralización (Vigila Perú).
En su último número, la citada publicación señala las deficiencias del presupuesto participativo en las regiones. Entre ellas se da cuenta del incumplimiento de los acuerdos adoptados.
Ccoyllo explica que cumplir los acuerdos a que se llegan es uno de los principios democráticos. También lo son: saber escuchar la opinión del otro, aunque no se esté de acuerdo con él; expresar los puntos de vista de manera pacífica y propositiva, sin tener que usar amenazas o regalos.
“Estos obedecen a valores resumidos en la tolerancia y respeto a las diferencias, que garantizan una convivencia pacífica y justa. Eso es la democracia”.
ENFRENTAR EL DESAFÍO
El aprendizaje de la cultura democrática, según Ccoyllo, debe empezar en la escuela y proseguir en la universidad.
“El Estado debería darle a la formación ciudadana la misma importancia que tienen las matemáticas y la comunicación”, recalcó.
“El maestro no puede educar en formación ciudadana si no hace del aula, del colegio, un espacio democrático. Es un desafío que hay que aceptar”, puntualiza Ccoyllo.
Solo así, asegura, se garantiza la adopción de conductas democráticas como forma de vida y no solo cuando conviene.
EN PUNTOS
Juan José Ccoyllo advierte que en este año electoral se debe estar alerta para que las autoridades usen el presupuesto participativo de manera responsable.
Hay que cuidar, dice, que el presupuesto participativo no se utilice como mecanismo de propaganda política.
Los agentes participantes, los comités de vigilancia tienen una gran tarea de control.
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