Actualmente nuestra sociedad viene pasando por cambios transcendentales en todo ámbito, pero se viene dejando de lado el papel tan importante que juega la Juventud de nuestro país, especialmente nuestra Juventud Surcana, quienes nuestras Autoridades Municipales no han hecho casi nada por buscar el cambio y mejorar la calidad de vida de los jovenes Surcanos, es necesario que este año nuestras Autoridades Municipales planteen la necesidad de contar con una política municipal para la juventud, basándose en lograr un cambio de sentido en el rol de la juventud pues es la base de todo país que busca su desarrollo. La Municipalidad de Santiago de Surco en este año debería de incrementar su presupuesto a programas de desarrollo de la juventud principalmente en el aspecto empresarial, fomentando la creación de microempresas pero no solamente otorgando cursos pagados por los participantes como lo vienen haciendo actualmente, sino ser promotores como Gobierno Local de la creación de micro empresarios Surcanos realizando convenios con entidades públicas como SUNARP, Ministerio de la Produccion, Indecopi, SUNAT, y entidades privadas como el Colegio de Notarios con la finalidad de promover la constitución de empresas, firmar convenios con ONGS que permitan otorgar dinero o recursos para los jovenes microempresarios Surcanos que no dispongan del capital necesario para iniciar su micro empresa, asimismo realizar convenios con INABEC, Institutos Tecnólogicos y Universidades para otorgar BECAS para los 10 primeros alumnos egresados de 5to de Secundaria de los Colegios Nacionales de Santiago de Surco para que se formen en dichas entidades en temas empresariales. Nuestro país vive actualmente un boom económico y necesitamos promover a la Juventud de Santiago de Surco para que sean microempresarios, dueños de su tiempo y su trabajo, no hacerlos dependientes sino que ellos mismos incrementen la economia de nuestro pais, esta es una propuesta seria y sencilla que nuestras Autoridades Municipales deberian tomar en consideración para que nuestra Juventud Surcana se aleje de las pandillas, del alcohol, de las drogas. Se que nuestros Jovenes son capaces de lograr el éxito y como Autoridades Municipales deben de incentivar el progreso de nuestra juventud Surcana.
martes, 5 de enero de 2010
lunes, 4 de enero de 2010
Un ciudadano responsable debe estar bien informado
http://elcomercio.pe/impresa/notas/ciudadano-responsable-estar-bien-informado/20100104/390508
Cinco, como los dedos de una mano, son las tareas que todo ciudadano responsable debe plantearse al iniciar este nuevo año, que será eminentemente electoral.
Estar informados, participar, vigilar, no incurrir en actos de corrupción y denunciar esta lacra social son la clave para este 2010, en que se elegirán a las autoridades municipales y regionales y se empezará la carrera por la Presidencia de la República.
Sobre estas responsabilidades ciudadanas trata un capítulo del libro “Ética de la función pública y buen gobierno”, editado por la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza.
CULTURA DEMOCRÁTICA
De la citada publicación se desprende que los ciudadanos tienen el derecho y el deber de: acceder a la información pública; participar en la gestión del Estado desde sus niveles básicos; ejercer la vigilancia y el control social; así como denunciar la corrupción. La legislación ampara estos derechos.
Sin embargo, Juan José Ccoyllo, filósofo especialista en descentralización y participación y vigilancia ciudadana, precisa que la tarea le corresponde fundamentalmente al Estado.
Especialista del Grupo Propuesta Ciudadana, Ccoyllo explica que esas responsabilidades parten de la formación ciudadana, tarea que le corresponde liderar al Estado.
“Sin la adecuada formación ciudadana, los derechos pueden usarse para conseguir el beneficio particular y no el bien común, que es la base de la democracia”, agrega.
Indica que se trata de fomentar la cultura democrática, desde las raíces de la sociedad, para hacer buen uso de las herramientas democráticas.
De lo contrario, dijo, se tendrá instrumentos como el presupuesto participativo, desaprovechado tanto por parte de la autoridad como del ciudadano.
Ccoyllo es coautor del Boletín de Vigilancia del Presupuesto Participativo del Sistema de Vigilancia Ciudadana de la Descentralización (Vigila Perú).
En su último número, la citada publicación señala las deficiencias del presupuesto participativo en las regiones. Entre ellas se da cuenta del incumplimiento de los acuerdos adoptados.
Ccoyllo explica que cumplir los acuerdos a que se llegan es uno de los principios democráticos. También lo son: saber escuchar la opinión del otro, aunque no se esté de acuerdo con él; expresar los puntos de vista de manera pacífica y propositiva, sin tener que usar amenazas o regalos.
“Estos obedecen a valores resumidos en la tolerancia y respeto a las diferencias, que garantizan una convivencia pacífica y justa. Eso es la democracia”.
ENFRENTAR EL DESAFÍO
El aprendizaje de la cultura democrática, según Ccoyllo, debe empezar en la escuela y proseguir en la universidad.
“El Estado debería darle a la formación ciudadana la misma importancia que tienen las matemáticas y la comunicación”, recalcó.
“El maestro no puede educar en formación ciudadana si no hace del aula, del colegio, un espacio democrático. Es un desafío que hay que aceptar”, puntualiza Ccoyllo.
Solo así, asegura, se garantiza la adopción de conductas democráticas como forma de vida y no solo cuando conviene.
EN PUNTOS
Juan José Ccoyllo advierte que en este año electoral se debe estar alerta para que las autoridades usen el presupuesto participativo de manera responsable.
Hay que cuidar, dice, que el presupuesto participativo no se utilice como mecanismo de propaganda política.
Los agentes participantes, los comités de vigilancia tienen una gran tarea de control.
domingo, 3 de enero de 2010
EL DISTRITO DE SURCO TIENE UNA LARGA HISTORIA
La historia de Santiago de Surco comienza en los tiempos prehispánicos, en que –junto a lo que hoy es Surquillo, San Borja, Barranco, Chorrillos y parte de Miraflores– formaba un extenso y fértil valle que pertenecía al Señorío de Sulco. Éste se constituyó durante el período Intermedio Tardío (1100-1400 d. C) y, unido a los señoríos de Huatica, Maranga y Lati, integraban el curacazgo mayor de Ychma, cuyo principal templo estaba en Pachacámac. Luego, por los años 1450 a 1475, tiempos de Pachacútec, éstos fueron anexados al Tahuantinsuyo, dividiéndose en tres curacazgos: Carabayllo al norte, Maranga al centro-oeste y Sulco al sur.
El Señorío de Sulco
El valle se nutría gracias al canal artificial o río de Sulco, construido por la cultura Wari (700-1100 d. C), y que partía del río Rímac formando una complicada red de acequias en su recorrido. Dicha obra hidráulica permitió convertir en productivos campos una zona que antes era árida. Asimismo, existía, hasta lo que conocemos como Villa, áreas pantanosas y lagunas que eran hábitat de aves y flora de diversa especie que formaban un gran complejo ecológico. Hoy se ha reducido a los cada vez más venidos a menos Pantanos de Villa.
Las lagunas cercanas a la playa proveían de “juncales y carrizales” que servían a los pescadores indígenas para fabricar sus caballitos de totora –con los cuales se hacían a la mar de Chorrillos rumbo al Callao– y esteras para cubrir sus moradas. Según la historiadora María Rostowrowsky, el valle “estuvo densamente poblado a la llegada de los españoles”, conforme a documentos de probanzas del siglo XVI.
Ciudadela indígena
Diversas fuentes indican que “numerosos templos y palacios” estuvieron esparcidos por todo el valle, pero fue la ciudad de Armatambo la más importante. Localizada al pie del cerro de Sulco (hoy Morro Solar), sirvió de aposento veraniego y tránsito hacia el santuario de Pachacámac. El cronista Bernabé Cobo, testigo de su esplendor, escribió así: “Al presente permanecen sus ruinas y se echa de ver habido muy grande población; vace en las casas del cacique con las paredes pintadas de varias figuras, una muy suntuosa guaca o templo y otros muchos edificios que todavía están en pie, sin faltarle más que la cubierta (...)”. Existieron también pequeños centros de adoración, como las “tres pirámides”, ubicadas detrás de la actual Parroquia Santiago Apóstol en Surco.
Tras la fundación de Lima en 1535, las huacas y huaquillas de piedra dispersas por el valle fueron utilizadas por los españoles como material para la construcción de sus casas, edificios y monasterios ante la carencia de pedreras alrededor de la capital. Así lo sostienen los historiadores Rafael Varón y Omar Rojas. En ese mismo año, Antonio del Solar fue designado como primer encomendero del valle de Sulco. El encomendero dejó “huella geográfica”, dice Omar Rojas, pues el hoy Morro Solar lleva su nombre. Además, a partir de 1557 (fecha de su muerte), se registra que el valle de “Sulco cambió por el de Surco”.
En 1571, el virrey Francisco de Toledo, acorde con el nuevo orden administrativo, ordenó la creación del pueblo o “reducción” indígena con el nombre de Santiago de Surco, al mando del curaca Francisco Tantachumbi. La finalidad era que la labor de cristianización y cobro de tributos sean más eficientes y a su vez brindar mano de obra forzosa para las minas y haciendas. Sin embargo, la “reducción” conllevó al abandono de la ciudad de Armatambo y, con ello, la desarticulación del antiguo Señorío de Sulco y sus ayllus.
El nuevo pueblo de Santiago de Surco estuvo formado por un espacio urbano compuesto por una plaza cuadrada donde se edificó el cabildo, la cárcel y la actual Iglesia de Santiago Apóstol. Luego se construyeron los barrios de angostas calles y los “ranchos” de los indios comunes, seguidos por parcelas de cultivo y tierras comunales trabajadas por todos los indios para el pago de tributos.
Del señorío a la reducción
Luego de la creación del pueblo de Surco, el valle presentaba un paisaje distinto. La población indígena y los cultivos nativos habían disminuido. Bosques y arboles frutales fueron talados para cubrir necesidades de construcción y combustible de la ciudad, pero también para permitir la expansión de tierras en haciendas y chacras en poder español, que encontró en la agricultura una actividad rentable. Grandes extensiones de tierras que pertenecieron a los indígenas del Señorío de Sulco fueron “expropiadas” por el cabildo o adquiridas por compraventas ilegales a curacas y tierras de comunidad para “beneficio de particulares españoles y órdenes religiosas especialmente jesuitas”. La población indígena se convirtió al cristianismo, aunque sin abandonar del todo sus antiguos rituales.
En consecuencia, hacia finales del siglo XVII, el valle exhibía enormes haciendas azucareras jesuitas como San Juan y Villa; cultivos de trigo en San Borja y Limatambo; sembríos de alfalfa, olivo, frutos y vegetales como pacayales, lucumares, guayabales, higueras, entre otros.
Sin duda, los orígenes de Surco estuvieron ligados a la fecundidad de sus tierras, cuyos habitantes prehispánicos supieron transformar. Tras la conquista los españoles la explotaron para producir apetecibles frutales y variados productos que eran delicia de las autoridades virreinales y de las mejores familias de la aún joven Ciudad de los Reyes.
ROBERT MEDINA
EDITORA PERU
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viernes, 1 de enero de 2010
SEMANA SANTA EN SANTIAGO DE SURCO, la mayor festividad religiosa del Perú
VIDEO PROPIEDAD DE CUEVALIMA
Este es un pequeño extracto de la mayor festividad religiosa del Perú, la Semana Santa en Santiago de Surco, video grabado el día Viernes Santo donde sale en procesión el Santo Sepulcro con la imagen yacente de nuestro "Viejo" como cariñosamente llamamos al Señor de la Agonía, esta festividad religiosa data desde 1571 y a lo largo de los años se sigue conservando la tradición de las familias más antiguas de Surco quienes integran la Mayordomía del Señor de la Agonía, institución religiosa responsable de organizar la Semana Santa Surcana.
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